miércoles, 29 de octubre de 2014

DÍA 3 “Yo creía en el amor”

Yo creía en el amor ¿sabes?
Solía amar esas historias en las que la chica desafortunada encuentra al amor de su vida y él se da cuenta que la ama, luchan contra todos los obstáculos logrando vencer gracias a su amor y entonces viven felices para siempre. Ya sabes, esas historias cómo TODAS las que Disney nos ha vendido, Crepúsculo, El Diario de Noah, etc…
Ya saben, estaba enamorada de la idea del amor.
Pero ¡todo es una mentira! YA NO CREO EN EL AMOR ¿Por qué creer en él? ¿Acaso lo podemos ver o siquiera tocar? ¡Pero ah como nos hace sufrir!

martes, 28 de octubre de 2014

Día 2 “El fondo del abismo”

¿Qué pasa cuando caes al abismo?
Tiene que haber un detonante que te haya mandado al abismo, ¿no? Una razón lo suficientemente fuerte que haya causado que una persona como tú, fuerte cayera…
Y cuando ya te encuentras cayendo no puedes evitarlo, y si puedes no quieres, simplemente te dejas caer, algunas veces llevándote algo a tu paso.
¿Eras feliz, no? ¿Qué pasó? ¿Por qué caíste? ¿Acaso fuiste lo suficientemente fuerte para mantenerte? Ojala tuviera las respuestas para esas preguntas.
Pero ahora estas ahí, en el abismo. En el fondo del abismo. Donde todo es oscuridad y soledad, estás asustada, no sabes que sucede, ni cómo es que has llegado a ese terrible lugar. Pero somos humanos, nos adaptamos rápido, todo con tal de sobrevivir. Y entonces, te adaptas a esa oscuridad, a esa soledad.
Pero no puedes evitar sentirlo, sentir ese terrible dolor en el pecho, ahí donde se supone esta tu corazón. Se supone porque muy posiblemente ha quedado hecho trizas. Destruido. No puedes evitar llorar por cualquier cosa, y ese agujero en el pecho duele, duele terriblemente y sientes que nunca vas a mejorar, sientes que siempre vas a estar así.
¿Y luego?
Creo que te acostumbras al dolor, a la soledad, a la oscuridad, y crees que eres fuerte, pero no es así, estas en el fondo ¿recuerdas? Sigues ahí y ahí seguirás hasta que no decidas salir de ahí. Mientras sólo buscas algo que te distraiga, algo que te haga sentir bien aunque sea por un momento.
Pero sólo te engañas, no estas mejorando. Sólo estas alargando tu suplicio…
¡Cómo si fuera tan fácil salir del fondo del abismo!
-BELLA.

lunes, 27 de octubre de 2014

Día 1 “Extrañando el pasado”

Mi vida es un completo caos y nadie lo sospecha… ¿acaso no lo ven? Estoy destruida, y cada día me destruyo un poco más. Lo peor es que no siempre fue así y tampoco fue hace mucho, pero lo aún peor es que me estoy acostumbrando a vivir en la oscuridad, en soledad…
¿No te gustaría volver al tiempo en que lo tenías todo? En el que por lo que más sufrías era porque tus padres no querían comprarte aquello que tanto anheladas. ¡Todo era tan fácil!
Hace un año, por ejemplo no tenía ni la más mínima idea de lo qué la vida tenía preparado para mí… Todo estaba  “bien” conmigo. Tenía amigos y era bastante popular en el instituto; cumplía con mis trabajos escolares a tiempo,  había terminado con una relación amorosa que no salió bien, pero todo marchaba en orden, ya sabes “terminas una relación, superas, sigues adelante y comienzas con alguien más” así es cómo se supone que debe de ser, así es como debería de ser. Y estaba con alguien más, había pasado página y disfrutaba mi futuro. Luego ese alguien más también se fue y lo supe asimilar, “dejarlo ir”. Entonces llegó él.
¿Quién podría imaginarlo? No buscaba nada en lo absoluto con nadie, estaba bien conmigo misma, ni muy feliz ni muy triste, simplemente “normal”. Y llego él. Damián. ¿Cómo es posible que una persona pueda provocar tanto desastre en tu vida?
Y así cómo llegó, así se fue. Dejándome un gran vacío en el corazón donde se suponía el iba a estar. Y luego, poco a poco todo se vino abajo. Y así es cómo llegas al fondo del abismo.
El pasado nunca va a volver y lo sabemos, pero de una u otra forma siempre nos aferramos a él, a los recuerdos qué tenemos. ¿Por qué somos tan necios? ¿Por qué nos aferramos a algo que bien sabemos no va a volver a ser igual? Tengo la teoría de qué tal vez pensemos qué si nos aferramos lo suficiente y luchamos por ello, pronto las cosas van a volver a ser cómo eran antes, cómo cuando éramos felices y vamos a lograr salir de ese abismo emocional en el que nos encontramos. Esperanza, le dicen.
¿Pero cómo saber cuando dejar de intentarlo? ¡Creo qué nunca lo sabremos! Porque si quieres algo, luchas por eso ¿no? Pero… ¿y si ya no tiene caso seguir luchando? ¿Cómo saberlo? ¿Cómo saber cuando es el momento indicado para retirarte? Porque si te rindes demasiado pronto te vas a quedar con la eterna duda del “¿Qué hubiera pasado si hubiera luchado un poco más?” Pero… ¿y si estamos luchando por algo que ya no tiene esperanza? Sólo estamos perdiendo nuestro tiempo. Sólo nos desgastamos más y más…
Damián solía decir que sólo se fracasa cuando se deja de intentar, pero aceptémoslo, has intentado TANTAS y tantas veces  que al no ver resultado alguno, simplemente te cansas y te vas. Fracasas, le dicen.
Cómo sea, los recuerdos sólo son eso, RECUERDOS. Momentos que no van a volver a repetirse, porque cada momento es único, y sólo nos queda extrañar el pasado. Ese pasado en el que éramos felices, esperando a que las cosas vuelvan a ser iguales, mientras nuestra mente nos dice “acéptalo y sigue adelante” pero nuestro corazón nos susurra “aguanta un poco más”…
Bella.