martes, 20 de enero de 2015

A Damián: Aún sigo escribiéndote.

Siempre que juro será la última vez que te escribo miento. Nunca podría llegar a decir cuando será la última vez que mis pensamientos y todo lo que siento por ti tomen forma y se conviertan en un texto.
A veces un simple texto con ideas varias y sin sentido, otras un texto que luce sacado de un capitulo de alguna novela de drama romántico.
Haz leído unas cuatro cartas que te he enviado, los mejores a mi parecer, las que expresaban en resumen gran parte de lo que siento por ti.
Y sinceramente pienso que no te has tomado la molestia de leerlas todas, no en su totalidad o simplemente no las comprendiste. Porque… de haberlas comprendido habrías cambiado, o simplemente todo esto ya hubiera terminado por siempre.
¿Sabes? Esas pocas cartas que te he enviado se las he leído a otras personas, unas cuantas. Personas que tienen toda mi confianza, unas han llorado, otras han quedado sorprendidas por la sinceridad de mis palabras… desearía con toda mi alma que tu hubieras tenido alguna reacción similar a la de ellas al leerla. Aunque no me lo dijeras ni lo demostraras…
Desearía que algo en ti hubiera cambiado al leer mi sufrimiento y mi profundo amor expresado y convertido en un letras que formaban un texto, una carta…
Pero ¿porque sigues igual que siempre? Tan seco, apático, grosero… ¿porqué?
Hay muchas más cartas que no te he mostrado y qué cómo esta sólo existen cómo forma de desahogarme de todo lo que siento, existen por la necesidad que me causa sacar todo lo que me aflige, todo lo que mi destrozado corazón siente aún por ti. Existen porque te amo.
Y creo que siempre te amaré, mi corazón siempre seguirá latiendo por ti. Y siempre seguiré escribiendo para ti, aunque tú nunca llegues a leerme…
- Bella.

No hay comentarios:

Publicar un comentario