lunes, 16 de marzo de 2015

VIOLACIÓN: Una pesadilla hecha realidad

"Violación" Es una palabra terrible, el simple hecho de escucharla estremece. Pero ¿qué pasa cuándo te toca vivirla?
Yo sé que hice lo que pude por evitarlo, es mi único consuelo. Pero no puedes competir contra la fuerza de un hombre que entrena y que es cinta negra cuándo tú eres, por mucho, más débil físicamente qué aquel abominable ser.
¿Por qué a mí?
Esa pregunta retumba en mi cabeza desde aquél momento... ¿qué hice mal? ¿por qué yo?, son preguntas que comienzas a hacerte desde aquel momento, mientras tus lágrimas comienzan a brotar por tus ojos y a recorrer tus mejillas.
Tal vez lo terrible no es el acto. Lo terrible viene después, cuándo tienes qué afrontar el mundo, la vida, continuar cómo si nada hubiera pasado...
En los últimos meses he comprobado cuan atractiva soy, podía notarlo en cómo me miraban los hombres, o en la forma en que podía conseguir agradarle a cualquier chico que me gustase. Aunque nunca fui por la vida provocando a los hombres ni a que me pasara lo qué me pasó. Era coqueta, sí, pero nunca una ofrecida o vulgar....
¿Por qué a las mujerzuelas no les pasa eso? ¿Por qué sí a las chicas decentes?
Quizá porque somos más puras, más inocentes y eso atrae a los mal nacidos...
A veces me dicen que doy la apariencia de ser tímida, o eso decía Damián...  ¿es por eso qué me pasó a mí?
Aquella noche todo iba perfecto, estaba pasándola realmente bien, hasta qué aquel monstruo comenzó a decirme cuán bonita era, cuánto le gustaba...
Ya estoy acostumbrada  a escuchar ese tipo de comentarios, así que lo tomé a la ligera... ÉL quizo besarme a la fuerza y me resistí. Luego empezó a decir que él podía darme todo lo que yo quisiera, departamentos, automóviles, TODO. Ahí comenzó la pesadilla.
No soy el tipo de chica que puedas comprar, no soy interesada y a pesar de toda la mierda que me ha tocado vivir, aún creo en el amor...
Cuándo me negué me tomó por la fuerza y comenzó a besarme, me obligo a abrazarlo y me desvistió a la fuerza. Decía cuan hermoso era mi cuerpo y cómo le encantaba desde el primer momento en el que me vio. Me puso de espaldas a él, recargándome contra un muro y fue cuándo comencé a forcejear con él...
Al rededor de una hora o más la pasamos forcejeando, él besándome a la fuerza. Cuándo intentaba cargarme me ponía más pesada de lo normal. Me caí y golpeé tres veces, ÉL llegó a jalarme del cabello para obligarme a hacer lo que el quería... La cuarta fue la peor... estaba acostada al borde de una cama, me faltaba la respiración y estaba a punto de colapsar, el me tenía sujeta por la fuerza y cuando se descuido me giré y caí de rodillas en el suelo, me levanté y corrí al baño.
Estuve en el baño al rededor de una hora, comencé a llorar cómo nunca antes lo había hecho, tenía ganas de morirme, sentía que le había fallado a mi familia, las manos me temblaban... Le mandé un mensaje a Damián... Y luego pase en la ducha, bajo el chorro de agua bastante tiempo, pero no el suficiente para hacerme sentir mejor...
Al salir ÉL se había quedado dormido, en silencio tomé mi ropa  y regresé al baño para vestirme. Volví a llorar para al final salir cómo si nada hubiera pasado.
ELLA yacía inconsciente tumbada a un lado de ÉL. La desperté y en un estado de zombie la vestí. Tenía que ser fuerte, ella no sabía todo lo que acababa de suceder y no merecía saberlo.
Y tuve qué soportar media hora de camino en automóvil sentada a un lado de ÉL, intentando besarme y tocarme a la fuerza mientras detenía el automóvil.
Muchos se preguntarán "Bella, ¿por qué no huiste?" No podía hacerlo, ELLA dependía de mi, sólo quería su seguridad, además estábamos en medio de la nada ¿cómo volver a casa sin dinero en la madrugada?
Al final ELLA llegó a salvo a casa, no tenía porque saber toda la pesadilla que se perdió por quedar, por suerte, inconsciente.
Todo el día siguiente lo pasé llorando, necesitaba a quien contarle, con quien poder llorar o abrazar... Pero no podía, me limite a abrazar la almohada y ahogar mi llanto en ella. Damián actuó cómo si no le importara y dos días después me dijo que me extrañaba que hubiera querido estar conmigo ese día. REALMENTE LO NECESITABA. Pero me sigue tratando cómo un estorbo en su vida...
Dos días después ya estaba cómo si nada hubiera pasado.
Mi mente ha tratado de bloquearlo pero eso siempre va a estar conmigo, nunca se va a ir, se ha convertido en una marca invisible que siempre voy a llevar, recordándome cuán frágil soy. Cuan vulnerable soy a la maldad humana.

Y nunca volveré a ser la misma.

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